Cotuí.
Desde hace década se debió hacer una Reforma Fiscal en la Republica Dominicana,
pero los políticos hasta el momento le han sacado los pies. El déficit presupuestario
del gobierno central alcanza los 200 mil millones de pesos. Este déficit desde
hace más de 10 años se ha venido cubriendo con deuda externa e interna.
De no cubrirse
ese déficit en el año 2025, habría que recurrir nuevamente a la política de
endeudamiento para cubrir la brecha entre los ingresos y los gasto.
Una política
fiscal enfoca dos aspectos importantes: el lado de los ingresos y del gasto
público.
Algunos dicen, que
previo a la reforma el gobierno debería bajar los gastos como por ejemplo
reducir o eliminar los planes sociales (tarjeta supérate, bono madre, bono
escuela entre otros) y cerrar algunas instituciones públicas.
De seguro, que de
aplicar las medidas señaladas anteriormente aumentaría el desempleo y la pobreza como consecuencia del recorte de los
planes sociales. Otros plantean reducir el gasto de publicidad. Esa medida
sería posible, pero recuerden, que muchos medios de comunicación, periodistas y
comunicadores, de la publicidad oficial. Se podría ser más eficiente.
Estamos de
acuerdo con que las autoridades tienen que eficientizar o reducir el gasto
público, pero no aquel que impacta de manera directa en la población más necesitada:
clase baja, baja y media baja.
El déficit de
las distribuidoras del gobierno (Edeeste, Edesur y Edenorde) contribuye de
manera sustancial a la situación fiscal del gobierno y algunos miembros de la
oposición plantean, que las autoridades deberían bajar el déficit de las
distribuidoras de energía. Ahora bien, reducir ese déficit del sector eléctrico implicaría aumento de la
tarifa y obligaría a pagar a lo que no lo hacen. Eso también tendría un impacto
negativo en los sectores bajos. Superar ese déficit sería un proceso de varios
años.
Algunos plantean
que el gobierno debe reducir los subsidios y los incentivos fiscales a las
empresas privadas. En cuanto a la eliminación de los subsidios habría que
analizar las consecuencias de su eliminación o reducción. Algunos de ellos actúan como un colchón para que
algunas empresas no aumenten el precio de algunos productos sensibles a la
población.
En relación a la
eliminación de los incentivos fiscales que reciben las empresas, afectaría solo
a las nuevas empresas nuevas y no a la ya instalada dicen los empresarios. Por
ejemplo, las empresas, que se encuentran en la frontera tienen un régimen
especial de incentivos y la eliminación de los incentivos no lo afectaría sino
a las nuevas inversiones. Es decir, que su impacto recaudatorio seria lento.
Habría que
realizar un análisis para ver a cuáles sectores se le podría reducir o eliminar
los incentivos, que por ley ofrece el Estado a las instalaciones de nuevas
empresas. Recordemos, que la RD compite con otros países para atraer
inversiones que generan ingresos y empleo para el país.
Además de los
ingresos que el gobierno necesita para detener el insostenible déficit fiscal,
el gobierno demanda de muchos recursos para impactar en los sectores más vulnerables
de la sociedad como por ejemplo para las construcciones de hospitales, agua
potable, viviendas, construcción de las obras y para los grandes proyectos de
desarrollo la sociedad. Todos esos proyectos impactaran de manera favorables en
los sectores de menores ingresos.
El gobierno
necesita más recursos para fortalecer la Seguridad Social de la población, la
calidad de la educación pública a la que asisten la clase baja y media, para
aumentar el número de becas a los pobres, que así tendrían más oportunidades en
la sociedad. Los empleados públicos se quejan de los bajos salarios y las
personas se quejan de las bajas pensiones y por eso necesitamos un gobierno con
recursos suficientes para atender a la gente como decía Peña Gómez.
Un gobierno
pobre y sin recursos económicos perjudicaría a lo que tienen menos oportunidades
en la sociedad, pues el Estado es el único que invierte a favor de lo abajo, de
las grandes mayoría.
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