Por Oliver Aquino
Profesor de la UTECO
La Universidad Tecnológica del Cibao Oriental,
UTECO, y la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD, son dos instituciones públicas
surgidas en contexto muy diferentes, la UASD ha sobrevivido a toda amenaza, su autonomía
se logró a base de sangre y fuego.
Las
luchas libradas por la universidad más vieja del viejo mundo, han contribuido
al desarrollo de la democracia en la República Dominicana.
Estamos
de acuerdo y repudiamos en que algunos métodos
de lucha de la UASD son anacrónicos y que no están ajustados a las leyes objetivas y a la Constitución del
país, pero el derecho a la protesta es un derecho plasmado en las normas que nos
rigen.
Quien
no reconoce el derecho a las protestas: marchas, Vigilias entre otros derechos naciones
y universales se colocan del lado del autoritarismo y la intolerancia.
Cada
quien en la UTECO debe cumplir su rol: las autoridades, estudiantes y empleados,
pues la institución no es propiedad de un grupo en particular.
Siempre
y cuando los profesores de la UTECO no violen las normas jurídicas de la República
Dominicana, tienen derecho a luchar para que las condiciones precarias en que ejercen su labor cambien de
manera radical.
La frase célebre del político mexicano Benito
Juárez: "Entre los individuos, como entre las Naciones, el respeto
al derecho ajeno es la paz”, nos muestra el camino de la coexistencia en todo
el ámbito de la vida.