sábado, 5 de junio de 2021

El comunicador profesional del hoy.

 Lic. Oliver Aquino.

Como todas las profesiones, la carrera de periodista ha cambiado radicalmente producto de la revolución tecnología y la llegada de la internet en la década de la década de los 80, pero muy especialmente a partir de la década de los 90 hacia adelante con el inicio de la web 2.0 en donde las Social Media hacen su entrada.

Ya aquel periodista análogo es cosa del pasado y la incorporación al mundo digital del profesional de la reportaría se hace impostergable, pues las redes sociales han transformado el ecosistema mediático.

En ese sentido, la nueva manera de hacer información tradicional ha cambiado siendo sustituida por un nuevo entorno donde el usuario es un creador, consumidor y distribuidor de contenidos: un prosumidor.  Ya cualquier persona es un reportero.

Los periodistas tienen un nuevo entorno mediático para elaborar sus noticias a través de las nuevas plataformas comunicativas, que ofrece el mundo digital y que tiene su propia narrativa sin perder la veracidad de los hechos.

Antes el periodista salía a la calle a localizar sus fuentes y a buscar aquellas informaciones que desde la mesa de la redacción no podía encontrar. Hoy en día gracia a la Internet esa realidad a cambiando sustancialmente.

Ahora bien, el periodista sabe que una gran mayoría de las informaciones que se publican través de las distintas plataformas digitales tienen escasos tratamiento profesional, pues los usuarios postean cualquier información por estar presente en el ciberespacio.

El uso de la web 2.0, por parte del periodista debe tomar en cuenta: las fuentes, el tipo de narración de las redes sociales de acuerdo a las características de cada red socia, el uso de la multimedia en las publicaciones, entre otros elementos propios de la red.

El periodista de hoy, puede estar de espalda a la nueva realidad de la tecnología de la comunicación e información.

El autor: maneja las Social Media, Master en Marketing, Cursa el Diplomado en Comunicación Social y Periodismo en CENTU. Realizó un Diplomado en Periodismo y Redes Sociales en TECH, Universidad Tecnológica Virtual, España-México.

 

 

lunes, 19 de abril de 2021

Periodismo y marketing digital

Elvira García de Torres es doctora en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y profesora agregada en el Departamento de Comunicación e Información Periodística de la UCH-CEU, donde dirige el Observatorio de Investigación en Medios Digitales (OIMED) e imparte materias de especialización periodística y comunicación digital. Para Elvira García, la dinámica del trabajo del periodista ha cambiado radicalmente con la aparición de los medios online y considera que la formación universitaria debería adaptarse mejor a los cambios. Los conocimientos en marketing digital tienen que integrarse en las clases de periodismo, pero no hay que dejar de lado la praxis tradicional, ya que “no todo vale por la audiencia”, hay que cuidar también la calidad.

¿De qué modo ha cambiado el trabajo del periodista con el crecimiento de los medios online?

De forma radical: surge una nueva forma de entender la hora de cierre, se integran  narrativas en vivo en todos los soportes, aparecen grandes retos de formación, se trabaja con ambivalencia (dualidad por producir en una estructura comunicativa centralizada en medios tradicionales y descentralizada en Internet), se ha depreciado el valor de la noticia por sobreabundancia y por tanto el perfil tradicional,  se emplean múltiples formatos, hay mayor influencia del usuario en la agenda y un auge de la medición de resultados. Todo esto acompañado de una transformación del entorno laboral y de las propias empresas periodísticas.

¿Evoluciona la formación universitaria al mismo ritmo que los nuevos retos que plantea la profesión?

Si hablo por propia experiencia tengo que decir que sí. La asignatura que imparto ha evolucionado en los últimos diez años a la vez que lo hace el entorno. Sin embargo, todavía existe desconfianza hacia las tecnologías y la vertiente práctica de la formación entre un sector del profesorado, que las oponen a la solidez en la formación teórica y clásica.  No son incompatibles, es necesario encontrar el equilibrio.

¿Requiere la misma formación un periodista digital que el tradicional?

Requiere otra actitud hacia los contenidos, la audiencia y el soporte. Internet te da la posibilidad de innovar constantemente, pero también por la inmediatez fomenta la proliferación de mensajes “ruidosos”. En cuanto a la  formación, en este momento conviven medios tradicionales y digitales, por lo que no diría que tiene que ser distinta, sino más amplia: los periodistas tienen que familiarizarse con otras narrativas y recursos, tener en cuenta otros problemas éticos al trabajar con la información, incorporar la innovación, el manejo y visualización de datos, gestionar la relación con la audiencia…

¿El marketing y el periodismo no son lo mismo? ¿Cuánto de marketing necesita saber un periodista hoy en día?

No, no son lo mismo, se rigen por principios distintos, pero ha habido siempre elementos de marketing en la empresa periodística, que ahora entran más claramente en la redacción, puesto que la tarea de distribución de contenidos también está en las manos de los periodistas. Un periodista hoy tiene que tener nociones, al menos básicas, de marketing digital. Por una parte para comprender en profundidad lo que ve en la pantalla del móvil o del ordenador y la forma en que el modelo de negocio afecta, en el entorno digital, a la producción de información; por otra, para mejorar el alcance de sus propias publicaciones.

Cuando se escribe para un medio online, cada noticia se hace destinada a un público concreto que buscará en internet información sobre ese tema específico. ¿Es esto una evolución entre noticia y marketing digital, o más bien una fusión entre ambos campos?

La personalización y la especialización son dos tendencias crecientes en el ecosistema mediático en las últimas décadas, apuntaladas ahora por las posibilidades que ofrece la tecnología y la reducción de costes.

¿La lucha por las visitas puede estar reñida con la calidad de la información?

Por supuesto, si todo se supedita al tráfico recuperamos el debate de los noventa, entonces centrado en la televisión: ¿vale todo por la audiencia/tráfico? Obviamente, la respuesta es ‘no’, si estamos hablando de periodismo de calidad.

¿Nociones básicas de marketing, como el uso de etiquetas, las palabras clave, la gestión de redes sociales, se enseña en las facultades de Periodismo?

En mi caso, este año he comenzado a introducir conceptos de SEO y marketing digital a través de la optimización de perfiles de Linkedin (impresiones, KPI –key performance indicators). A partir de ahí, se proyectan en todas las plataformas y herramientas que utilizamos con facilidad, desde Instagram a nuestro periódico digital, y reflexionar sobre su impacto en el periodismo.

¿Debería dársele, pues, aún más importancia al marketing digital enfocado al periodismo en la formación de periodistas?

Yo no creo que ahora mismo se esté dando importancia al marketing digital orientado al periodismo en la formación. Por tanto, la respuesta es sí, pero teniendo en cuenta que estamos hablando de una profesión orientada a producir contenidos relevantes para una audiencia producidos bajo los principios de veracidad, precisión e imparcialidad.

Hacerse una marca personal en internet es cada vez más necesario, ¿es otra asignatura pendiente en la formación universitaria?

Se habla mucho de marca personal, es un concepto que empieza a estar ya algo desgastado. Creo que se puede hablar de la necesidad de desarrollar un perfil profesional público que refleje tus inquietudes y competencias como periodista.  En mi caso, es algo en lo que los estudiantes trabajan desde hace varios años.

Al terminar el grado ¿sale el alumno preparado para afrontar todos estos cambios?

Sí, en la medida en que conoce los fundamentos del periodismo y está preparad para aprender constantemente e innovar, tomar decisiones en relación con su formación a lo largo de su carrera profesional y estar alerta y ser crítico ante las consecuencias de la transformación tecnológica. Intento preparar a mis alumnos para que puedan hacer frente como profesionales a la incertidumbre propia de un escenario en transición, que se va a prolongar en el tiempo.

Fuente:  Posted by @ana_br3

Photo by @Marga_Ferre

 

domingo, 21 de marzo de 2021

El BID, plantea que la América Latina, demanda de más financiamiento.

 Por Oliver Aquino, economista

América Latina, requerirá de nuevos financiamientos para continuar la difícil recuperación económica provocada por la pandemia, aseveró el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Planteó, el BID, que Latinoamérica saldrá con un mayor endeudamiento, elevada pobreza y una mayor desigualdad en la distribución del ingreso, agregando, que los países más dependientes del turismo (RD), y las exportaciones de materias primas serán los más expuesto a la crisis.

Señaló el BID en su informe, que se proyecta un crecimiento de 4,1% para el 2021, seguido de 2,5 en los siguientes, de acuerdo con la “la capacidad para vacunar" de los países y siempre que no se impongan nuevas restricciones que "tendrían un impacto adicional en la actividad económica".

El organismo internacional, planteó que los países de América Latina deben emprender reformas fiscales urgentes, así como medidas que impulsen la productividad, impulsar la economía digital entre otras medidas.

Más recursos para América Latina

Mauricio Claver-Carone, presidente del BID, planteó que el banco necesita más recursos para ir en ayuda de los países de América Latina que, aunque crecerá en el 2021, en el 2022 la economía crecerá muy lento y necesita recursos frescos para continuar impulsando el crecimiento y continuar con la política de ayuda a los sectores más vulnerables de la región.

Planteé el BID, que con los recursos actuales son insuficientes para financiar los planes de los gobiernos de la región (compra de vacunas, inversión en infraestructura y otros insumos) e ir en auxilio de las empresas.

 

 

 

 


domingo, 11 de octubre de 2020

La austeridad fiscal no ayudará a recuperar la economía, advierte Cepal

 Oliver Aquino

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) destacó en un informe que la austeridad fiscal no es una respuesta adecuada para atender los retos que se enfrentan por la crisis sanitaria.

"Los esfuerzos nacionales deberán ir acompañados de una mayor movilización de recursos externos, a través del acceso a fuentes accesibles de financiamiento en condiciones favorables, tanto en los mercados internacionales como por parte de las instituciones financieras internacionales", señaló.

"Para avanzar hacia una recuperación económica sostenida y que pueda apoyar la construcción de un Estado de bienestar y el fortalecimiento del sector productivo será necesario mantener políticas fiscales y monetarias expansivas", agregó.

El brote de Covid-19 profundizó la debilidad que ya venía mostrando la región y la llevará este año a su peor contracción desde que se iniciaron los registros en 1900, con un desplome de 9.1%.

Las naciones tendrán que evitar el colapso de sus economías con "políticas de estímulos a la demanda agregada, administrar las presiones que genera el choque externo sobre los sistemas cambiarios y monetarios, y gestionar adecuadamente los flujos de capitales para potenciar la efectividad de las políticas fiscal y monetaria", agregó.

El esfuerzo fiscal de algunos países en el contexto de la crisis impulsará el gasto público promedio, que se prevé incrementará a 25.4% del PIB en 2020, frente al 21.7% del PIB observado en 2019, detalló el informe.

El panorama laboral continuará con el estancamiento que ya mostraba en 2019, cuando la tasa de desocupación fue de 8.0% en promedio y afectó a aproximadamente 25.7 millones de personas, mientras el 54% de los ocupados se desempeña en el sector informal.

Las remesas, fuente importante de ingresos para algunas naciones, están golpeadas por las crisis de las economías emisoras.

"Las secuelas que esto dejará en términos de desempleo y pobreza entre los migrantes y sus familias en sus países de origen hará que se requieran años para recuperar los niveles anteriores a la pandemia", dijo el organismo.

 

martes, 6 de octubre de 2020

COVID-19 EN EL CARIBE: LOS PRÓXIMOS DESAFÍOS

 Profesor Oliver Aquino

Tomado de  -  -  - 

 La pandemia del COVID-19 ha tomado al mundo por sorpresa, causando una emergencia sanitaria sin precedentes. Los países del Caribe adoptaron medidas de contención para frenar la propagación de la enfermedad y aplanar la curva[1] basándose en las experiencias y lecciones previas alrededor del mundo. Las acciones abarcaron desde límites a las actividades sociales y cierre de los comercios no esenciales, hasta horas de toque de queda y cierres completos. Si bien es deseable desde una perspectiva epidemiológica, restringir la interacción social ha llevado a enormes costos económicos y ha provocado el debate de “salvar vidas vs. salvar la economía.”

Para los seis países dentro del Departamento de País del Caribe del BID (CCB)[2], las dificultades son más dramáticas y amenazan dejar una marca permanente. El colapso de la actividad económica en todo el mundo los ha dejado particularmente expuestos, ya que dependen en gran medida del turismo, las remesas y los recursos naturales. Enfrentan importantes déficits comerciales y de cuenta corriente. El deterioro del saldo primario ha llevado a que la relación de la deuda/PIB aumente de menos del 40 por ciento a mediados de la década de 1990 a más del 80 por ciento en 2019. Aunque la trayectoria exacta de la deuda difiere según el país, estas tendencias han generado preocupaciones sobre la sostenibilidad fiscal en la región.

Deuda creciente y el modelo económico procíclico

El modelo económico del Caribe ha sido históricamente uno de gasto procíclico, impulsado por el empleo público – principalmente a través de las empresas estatales (EPE) – y una alta deuda externa. La deuda ha aumentado considerablemente en comparación con los niveles previos de la crisis financiera en la región, reduciendo el espacio fiscal, lo que, combinado con una gobernanza deficiente para gestionar los shocks, hace que sea muy difícil para los gobiernos desplegar fondos y recursos para combatir la pandemia. Estas economías también tienen un sector informal sustancial, de hasta el 60 por ciento de la fuerza laboral, y una productividad total de factores ya en descenso. El choque COVID-19 golpeará desproporcionadamente el extremo inferior de la distribución del ingreso, causando graves problemas de desempleo.  

A pesar de sus limitaciones financieras, todos los CCB han tomado medidas fiscales.  Las medidas principales son el aumento de los fondos para gastos de salud, las transferencias a los hogares en forma de prestaciones de seguridad social pagadas en efectivo o en especie, y el apoyo a las pequeñas y medianas empresas (PYME). El Banco está apoyando activamente a los países del CCB a través de programas de asistencia técnica y de políticas que apuntan a fortalecer la eficiencia y la efectividad de la política fiscal y la gestión en respuesta a la crisis económica y de salud causada por COVID-19, a través del diseño y la implementación de medidas políticas efectivas y fiscalmente responsables. Los países que trabajan con el Banco incluyen Barbados, Jamaica y Trinidad y Tobago.

Debido al colapso global de la demanda, la región del Caribe enfrenta una disminución significativa en las exportaciones de bienes y servicios, así como en las remesas. Esto es particularmente preocupante para los países del CCB dada su estructura económica. En Bahamas, Barbados y Jamaica, la participación del turismo en el PIB es de entre el 10 y 20 por ciento, mucho más alta que la del mundo y las medianas de América Latina y el Caribe (ALC), y su contribución directa al empleo es aún más significativa (ver Figura 1). Además, el colapso de los precios de las commodities, especialmente el shock del petróleo ha disminuido significativamente los términos de intercambio y los ingresos fiscales de las economías de las economías impulsadas por las commodities como en Guyana, Surinam y Trinidad y Tobago.

El Enigma de la Política Económica de la Contención Post COVID-19

La región se enfrenta a varios desafíos. Para comenzar, la mayoría de las medidas adoptadas hasta ahora están orientadas a la contención: fondos utilizados para el consumo corriente en lugar de producción, lo cual implica un endeudamiento del futuro para pagar las transferencias del presente. Dada que la recuperación en forma de V parece ser un sueño lejano, los gobiernos de CCB necesitarán políticas que se centren en el crecimiento a largo plazo. Además, ¿cuál debería ser el tamaño del paquete considerando que tanto el espacio fiscal es muy limitado y el canal fiscal es menos eficiente?[3]. Un estímulo del 3 por ciento del PIB (el paquete de recuperación promedio de ALC después de la crisis de 2008-9) pareciera ser demasiado pequeño para la crisis actual, ya que algunos países ya han gastado un 2 por ciento en alivio temporal, pero también significativo para los índices de deuda actuales.

Finalmente, y lo más importante, ¿cómo financiarán los países el aumento del déficit fiscal a partir del aumento del gasto y la reducción de los ingresos? Ninguna de las economías del Caribe puede financiarlo con recursos internos.  La austeridad tampoco es una posibilidad, ya que necesita un gasto adicional para la contención, mitigación y recuperación. La devaluación no será útil ya que la demanda mundial está actualmente demasiado deprimida; sumando que la deuda de CCB está denominada en dólares. Además, ha habido un vuelo hacia la seguridad en los mercados financieros internacionales, como lo refleja la reciente ampliación de los diferenciales del Índice de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI, en su sigla en inglés), y ALC está experimentando (una vez más) una parada repentina.  

Existen razones para creer que el shock será algo permanente. Si las economías avanzadas pueden recuperarse, pero no al 100% de su potencial durante el mediano y largo plazo, eso tendría un efecto en cascada en las economías de CCB, ya que dependen en gran medida de la demanda externa y las remesas. Teniendo todo esto en mente, proporcionamos algunas recomendaciones de política.  

Tres recomendaciones de política para el Caribe

Ser inteligente. Los países de la región deben aplicar medidas inteligentes de contención y mitigación. Esto implica actuar con rapidez y maximizar la eficiencia para asuntos urgentes, o siempre que la nueva información probablemente no cambie el curso de acción, como adquirir más kits de prueba. Para todas las demás decisiones, los gobiernos deben hacer un aprendizaje activo mediante la recopilación de datos de alta frecuencia.[4] La mitigación inteligente utiliza la focalización para maximizar la eficiencia del gasto público. Como los bloqueos son muy regresivos para los trabajadores, las políticas deben esta dirigidas a redistribuir los ingresos y proporcionar la liquidez a los hogares y empresas más vulnerables. Además, los gobiernos deberían centrarse principalmente en las medidas de recuperación económica, ya que este será el desafío más importante cuando se supere la emergencia de salud.  

Ser claro. Para que estas políticas tengan éxito, es esencial garantizar (a) una buena comunicación, (b) que sean temporales y (c) facilidad de acceso. La comunicación de políticas debe apuntar a maximizar la audiencia receptora y entregar mensajes simples pero efectivos. La naturaleza temporal de las políticas es crucial para garantizar la sostenibilidad a largo plazo y no para distorsionar los futuros incentivos. El Caribe tiene una larga historia de medidas permanentes “temporales” que han contribuido al actual déficit fiscal y la carga de la deuda. La facilidad de acceso es crítica para proteger a la población más vulnerable. Dado que el sector financiero de la región está subdesarrollado, con más del 40% de la población en edad laboral que carece de una cuenta bancaria, las empresas estatales podrían ayudar a abordar los desafíos de implementación actuando como un vehículo para la provisión de beneficios.

Ser estratégico. Con respecto a la financiación, los países del CCB deberán ajustar su gasto público corriente y planificado para satisfacer las necesidades actuales. Esto implica desviar su gasto público de los proyectos de gasto de capital de largo plazo (y menos urgentes) pero más rentables. Dado que la mayor parte del gasto en el Caribe es corriente y no de capital, no sería sorprendente ver a los gobiernos recurrir a las empresas estatales en busca de fondos. En un contexto de numerosas empresas públicas que enfrentan pérdidas frecuentes, esto podría utilizarse como una oportunidad para racionalizar las empresas públicas y mantener sólo las más productivas. Los países del CCB también deberían considerar reducir la factura salarial pública, ya que será difícil reducir el tamaño del gobierno. Finalmente, deben solicitar financiación de emergencia a las instituciones financieras internacionales.

https://blogs.iadb.org/gestion-fiscal/es/covid-19-en-el-caribe-los-proximos-desafios/

 

 

 

domingo, 27 de septiembre de 2020

LAS UNIVERSIDADES REGIONALES O PROVINCIALES. 01 DE 02

 Prof. Oliver Aquino

Las universidades provinciales o regionales surgieron con el objetivo de vincular esas instituciones con la realidad del entorno y formar profesionales y técnicos, que demandan las regiones y democratizar el acceso a los estudios superiores.  

Vincular las instituciones de educacion superior a la vida cotidiana de la provincia, especialmente a los sectores productivos y a las organizaciones locales de desarrollo, constituye todavía un reto por enfrentar por parte de las instituciones de educación superior.

La oferta de carreras liberales o tradicionales, son importantes para el mercado, pero para enfrentar el problema de desarrollo regional no es la panacea. El rol de las universidades del Estado debe transcender al mercado.

Si bien estamos viviendo un mundo diferente caracterizado por fuerte competencia a nivel mundial, la oferta de carrera debería estar más vinculadas a la dinámica económica de las regionales para evitar la anarquía y no producir profesionales por tirarlo al medio.

Por ejemplo, satisfacer la demanda de técnicos y profesionales de las empresas locales es una misión importante de una universidad provincial o regional, que contribuye al mejoramiento de las actividades económicas.

El hecho de que una institución educativa oferte muchos profesionales, no es sinónimo de desarrollo o vinculación con el entorno. ¿Dónde están trabajando esos egresados? ¿Están laborando en el área de formación? ¿Están desempleados?

La vinculación de las universidades provinciales con las instituciones de desarrollo local es importante para impulsar y diseñar proyectos relevantes, que sirvan de arrastre para el mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes.

Si bien la constitución de la Republica Dominicana, plantea que el Estado debe financiar la educacion superior pública, esta debería tomar en cuenta el Plan de Desarrollo Nacional y los planes locales para que haya pertinencia con los sectores productivos y las necesidades de la sociedad.

La razón de ser de las universidades regionales o provinciales del Estado, es mantener un fuerte vínculo e integración entre las empresas, organizaciones y entidades locales para lograr sinergia en el proceso de desarrollo local o de lo contrario, el gobierno estaría haciendo uso ineficiente de los recursos públicos.

 

Autor: economista, Master en Mercadeo y Educación. Profesor Universitario y ex funcionario

 

 

martes, 15 de septiembre de 2020

LAS NUEVAS AUTORIDADES DE SANCHEZ RAMIREZ

Oliver Aquino, MGE

Pensé que en el periodo de transición los jefes del PRM en Sánchez Ramírez, especialmente en Cotui, iban a abordar y analizar la nueva composición de FOMISAR, dado que actualmente es una de las instituciones más relevantes de la provincia, pues es la receptora de los fondos mineros.

Pensé, que para esta fecha ya el Patronato Pro-Desarrollo de Sánchez Ramírez, ya estaría formado y que el Presidente del patronato, que por ley encabeza a FOMISAR (FONDO MINERO), estaría encabezando los trabajos de esa institución amparado en la ley 91-05.

Me imagino que las actuales autoridades de FOMISAR deben estar ansiosa en ser relevada, pues supongo que los proyectos, las transacciones comerciales y las erogaciones están paralizadas dado la llegada de un nuevo gobierno con otra mentalidad.

Sostengo, que parte de los fondos mineros deben ser dirigido hacia el desarrollo de las actividades, de provoquen difusión y arrastre en la economía: pequeñas y medianas empresas, fomentar el emprendurismo y la educacion vocacional entre otras

 El autor es Economista, Master en Educación, Master en Marketing.